martes, 31 de julio de 2012

IMPORTANCIA ECOLÓGICA DE LA SARDINA (Sardinella aurita)

Los pelágicos menores son peces marinos que forman grandes cardúmenes, tienen una distribución cosmopolita y constituyen los principales recursos pesqueros en todo el mundo. Como ejemplo de éstos se encuentran peces como las sardinas, anchovetas, macarelas, arenques, entre otros.

La sardina (Sardinella aurita) es uno de los recursos pesqueros más importantes para Venezuela, pues sostiene una de las pesquerías más relevantes, debido a los grandes volúmenes de captura y a las numerosas fuentes de trabajo que se genera por su extracción, procesamiento y comercialización (Ramírez y Huq 1986, Mendoza 1990, Guzmán y Penott 1999, González 2006), ya que se extrae para enlatarla, para el consumo directo y en menor grado para elaborar harina (Marval y Gómez, 2001).

La plataforma continental del nororiente de Venezuela representa el área de pesca más importante del Mar Caribe. Esto lo atribuye, en gran parte, el evento de surgencia producido por los vientos locales, lo cual establece una alta productividad biológica reflejada en primer lugar en el aumento de la biomasa de los seres planctónicos (vegetal y animal), los cuales, por filtración, constituyen el alimento principal de la sardina (Etchevers 1974, Mendoza 1990).

Asimismo, diversos estudios han demostrado que éste pequeño pelágico se distribuye en aguas costeras entre 20 y 60 brazas de profundidad aunque es un pez característicamente pelágico, moviéndose en función de las masas de plancton del que se alimenta. La temperatura superficial en la que se encuentra esta entre los 26 a 26,5oC, lo que indicaría su preferencia por aguas relativamente frías. Además, es extremadamente estenohalina, pues no se presenta en aguas con salinidades inferiores a 35 (Cervigón, 1991).

Como todo clupeido, la sardina además de ser sensible a los cambios ambientales, también se puede ver afectada por la intensidad de pesca (González 1985, Guzmán y Penott 1999, González y Eslava 2000, González 2006). En ese sentido, normalmente la proporción sexual en los stocks de estos pequeños pelágicos es de 1, sin embargo se ha determinado, que este resultado puede variar por el incremento en la proporción de hembras con respecto a los machos. Gassman et. al. (2008), consideran que estos cambios se deben a factores ambientales (Margalef 1974), alteraciones en los ciclos anuales y variaciones entre subpoblaciones (Nikolsky 1963), o por el efecto de la presión de pesca sobre el recurso (González 1985, González y Eslava 2000).

En cuanto a su reproducción se ha demostrado que la sardina puede llegar a desovar durante todo el año, alcanzando dos periodos reproductivos de mayor intensidad (enero-marzo y octubre-diciembre). Estimándose los mayores valores del índice de gónadas entre enero y marzo (máximo desove), lo que podría asegurar un reclutamiento intenso para el segundo trimestre. Esta ocurrencia anual de dos periodos de desove con variaciones en tiempo y espacio, pueden deberse a la estrategia reproductiva oportunista de S. aurita, que desova cuando las condiciones ambientales le son favorables para la sobrevivencia de sus huevos y larvas (Gassman et. al., 2008)

 En los stocks de sardina el reclutamiento ocurre en los dos primeros trimestres del año, pero con mayor grado en el segundo trimestre, correspondiente a los meses de abril a junio que coincide con la época de vientos fuertes responsables de la surgencia costera, registrándose reclutamientos superiores a los 3 300 millones de individuos (González, 2006).

La fecundidad de Sardinella aurita es notablemente variable, relacionándose a factores ambientales y/o biológicos, y puede cambiar entre años e incluso entre peces de una misma población, tamaño y edad (Tresierra y Culquichicón 1993), más aún si el tipo de desove es parcial (Guzmán et al. 1999), el cual influye notoriamente en la variabilidad del reclutamiento originando incertidumbre en los niveles de abundancia de la población de sardina (González 2006).

Los embriones de clupeidos se desarrollan rápidamente en aguas semi-tropicales y la eclosión ocurre usualmente entre las 24 y 40 h después de la fertilización (Houde & Fore, 1973). El desarrollo embrionario de S. aurita se lleva a cabo en menos de 24 h, dependiendo de las características ambientales presentes en ese momento, puesto que la zona nororiental de Venezuela es tropical caracterizada por fluctuaciones de temperaturas (Margalef, 1967; López, 1968; Paramo et. al., 2002). Matsuura & Olivar (1999) en una revisión realizada acerca del desarrollo embrionario de numerosos peces han encontrado que S. aurita de aguas tropicales marinas, es la que posee el desarrollo más corto (22 h) a una temperatura de 24ºC.

Lo antes señalado demuestra la susceptibilidad que pueden presentar estos pequeños pelágicos tanto a las variaciones ambientales como a la sobrepesca, es por ello que se requiere determinar la abundancia de huevos y larvas de sardina y su biomasa desovante en las áreas de desove de los estados Sucre y Nueva Esparta, para así resguardar con mayor eficacia a tan valioso recurso a través de monitoreos constantes a lo largo del tiempo.

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